Creo que sí. Parece que sí. ¡Confirmado!. El humor es una habilidad muy interesante para amortiguar el estrés diario tanto en el trabajo como en la vida personal. Vaya «spoiler» te acabo de soltar en el primer párrafo. Déjame que te desarrolle los porqué. ¡Vamos allá!.
Contextualizando el humor.
Comencemos definiendo el humor de manera general como todo aquello que nos hace reír a nivel personal. Esto ocurre, por un lado, por tu estilo de humor (ya hablaremos de esto en otra ocasión), y, por otro, por las situaciones que te hacen gracia a ti, de manera muy personal.
Cuando relacionamos el humor con el trabajo, hablamos de cómo usar esta habilidad para lidiar con todas las situaciones diarias a las que nos enfrentamos. No es tanto contar chistes continuamente o hacernos los graciosos. Es más una cuestión de tu actitud, de tu estado de ánimo y de tu sentido del humor personal que puede generar beneficios laborales tan interesantes como mejorar la comunicación y aumentar el aprendizaje, facilitar la negociación y la gestión de conflictos, fomentar la creatividad, reforzar la autenticidad y, está es la que me interesa en el día de hoy, reduce el estrés y aumenta la resiliencia. De aquí extraigo la afirmación del inicio:
El humor es una habilidad que nos ayuda a reducir el estrés, aumentar la efectividad profesional y el atractivo de las empresas.
Si te das cuenta, utilizo una palabra muy concreta: habilidad. Mejorar ciertas cuestiones personales, relacionadas con las variables mencionadas antes, para que generen un impacto positivo en el entorno profesional y que te sirvan para reducir el estrés.
Fisiología básica del humor.
La respuesta a por qué el humor reduce el estrés la podemos sintetizar en una palabra: endorfinas. Al reír estimulamos una parte del cerebro que reacciona liberando las famosas endorfinas, las encargadas de la sensación de bienestar. Cuando nos estresamos el organismo genera cortisol, la hormona del estrés encargada de reducir el suministro de energía a todo lo que no sea imprescindible y nos permita sobrevivir. Mantener unos niveles altos de cortisol en el cuerpo de manera constante no es nada bueno. Aquí es donde las endorfinas juegan un papel importante, puesto que ayudan a reducir los niveles de cortisol en el cuerpo.
Hackeando tu estrés con tu risa
La reacción que desencadena la liberación de endorfinas no distingue entre una risa verdadera y una forzada. Se activa ante un estímulo músculo nervioso, el cerebro reconoce el patrón de movimiento de los músculos de la cara que… ya sabes como termina. Esto es muy bueno porque podemos activar este mecanismo cuando queramos para reducir el cortisol.
Truco: forzar la risa
Si te obligas a sonreír, te sentirás mejor puesto que la manera de actuar modifica los pensamientos y los sentimientos. Y la culpa de todo la tienen las endorfinas que aumentan la sensación de bienestar, la alegría e incluso la euforia. (Richard Wiseman, Psicólogo Universidad Hertfordshire).
>> Experiencia. Colócate un bolígrafo en la boca y mantenlo durante 30 segundos separando las comisuras de los labios.
El hábito de mejorar tu humor diario
Y ahora lo más interesante de todo. ¿Se puede aprender?. Si. ¿Es complejo?. También. Lo importante, ¿cómo se hace eso de mejorar el humor para desestresarse?. Desarrollando ciertos hábitos que mejoren la habilidad de usar el humor de manera diaria. Aquí existen distintos formato. Yo personalmente me quedo con este:
Un propuesta muy interesante.
El psicólogo Paul McGhee se centra en «mantener el sentido del humor proporciona la resiliencia emocional necesaria para trabajar de manera efectiva bajo situaciones de estrés». A través de su programa nos enseña a cómo usar el humor para lidiar con el estrés diario.
Personalmente recomiendo la lectura de su libro: Humor as survival training for a stressed-out world donde nos muestra como hacer énfasis en la mejora de ciertos hábitos que te ayudarán a mejorar la habilidad de gestionar el estrés con humor.
¿Por qué me gusta?. Plantea un punto partida muy científico donde juega con las variables que influyen directamente en el humor personal: la actitud y el estado de ánimo. El análisis de estas variables permite tener una visión amplia del sentido de humor propio con nuestras fortalezas y debilidades, determina los aspectos sobre los que tenemos que enfatizar para mejorar nuestro humor y permite analizar el impacto de ciertas acciones sobre el bienestar.
Todo esto lo traduce en el coeficiente del humor que evalúa las dimensiones que ayudan a mejorar el humor y están relacionados con la capacidad que tenemos de disfrutar de la risa, reírte, crear humor, encontrar el humor cotidiano, reírte de ti o usar el humor cuando están en una situación de estrés.
¿Qué hacemos para mejorarlo?
Poniendo en marcha una serie de hábitos diarios que permitirán sacar el máximo rendimiento a tu humor para desestresarte y sentirte mejor. Buscamos enfatizar pequeños gestos diarios que aumenten tu sensación de bienestar. El cómo te lo explico aquí.
En próximas entradas seguiremos desmenuzando esta habilidad tan interesante para la vida personal y profesional. Si necesitas cualquier cosa puedes contactar conmigo a través del email o de manera más directa por aquí.
¡A practicar el bienestar!