Siempre he sido muy curioso. Muy Richard Feynman. ¿Muy quién?. Un científico que siempre me ha despertado admiración por la gran habilidad que tenía de meter las narices en todos lados. ¿Y eso es bueno?. Buenísimo. Le permitió encontrar respuestas a muchos de los problemas a los que se enfrentó. Buscar respuestas desde todos los ángulos posibles, cuestionándose hasta el más mínimo detalle que se traducía en un: ¡tengo la solución!. Me pasa algo parecido. Tengo un TOC muy así, muy Richard Feynman.
Esa es una de las razones (la curiosidad) por las que dedico mucho tiempo a buscar nuevas respuestas, nuevas soluciones. Estar al día de todo lo relacionado con el #dolor de espalda y #estrés en las empresas. Y aunque suene tedioso, esta tarea me encanta. Ese momento entre una nueva idea y yo, es fascinante.
¿Por qué te cuento esto?. Ayer en uno de esos momentos (mis momentos), me “topé” directamente con un artículo que me hizo pensar muchísimo. Un dilema que está relacionado con la base de mi trabajo: la implantación de nuevos hábitos en las empresas.
Te cuento. El artículo mostraba datos de personal sanitario y su salud que me llamaron la atención.
– Altos índices de sedentarismo y obesidad. Poca adherencia a la práctica de hábitos saludables: poca actividad física y ejercicio y bajo consumo de verduras y frutas.
Y lo que más, las personas que de manera directa recomiendan que hay que: moverse más cada día, hacer algo de ejercicio, alimentarse bien,… llevar un estilo de vida más saludable. NO LO HACEN.
No practican lo que predican. Y a mi esto, me duele.
Me preocupa que esto lo veo muy a menudo en mi entorno. Sin ánimo de ofender. Muchos profesionales que se dedican a prescribir hábitos saludables en empresas, no predican con el ejemplo. Y a mi eso, me duele.
Todos los que promocionamos estilos de vida saludable basándonos en cambios de cultura tenemos que dar ejemplo. ¿Por qué?. Lo explico con algo personal. A mi me contratan empresas para promocionar hábitos que generan bienestar entre su personal. Lo suelo trabajar desmontando creencias, lo que pensamos que es, contextualizando el conocimiento real, lo que realmente es, y mostrando cómo se puede hacer de manera sencilla con una acción muy concreta a poner en marcha en la misma empresa durante la jornada laboral. Digamos que por esto me pagan.
Sé que para conseguirlo necesito crear una masa crítica de personas que impulsen el movimiento. Aquí, justo aquí, es donde mi persona, mis hábitos, mi yo,… lo que transmito coge fuerza. A que yo pueda contagiar por mi practica lo interesante que es poner en marcha esa acción. Y para eso tenemos que practicar lo que predicamos. Debemos dar ejemplo.
Esto es una opinión personal mia, Daniel Puchades Más, basada en mis percepciones. Totalmente subjetiva.
Si quieres saber más sobre cómo potenciar como jefe el bienestar en tu equipo, mira aquí: https://app.clientify.com/resources/files/download-url/482503/
Seguimos practicando con el ejemplo ; )
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