Ayer vi una cosa que me hizo explotar la cabeza. 

Un dispositivo que te ayuda a moverte más rápido con tu caminar. Más abajo te dejo el enlace para que lo “flipes” tanto como yo. Podríamos definirlo como un asistente de pasos. ¿Me gusta?. Sí y no.

– Me gusta como elemento que activa el interés, que genera curiosidad y que puede hacer que las personas se muevan más. Me gusta porque puede ser útil para agilizar las ciudades de tráfico. Me gusta porque su uso puede generar un aporte para preservar el medio ambiente. Me gusta por el concepto de poder desplazarte rápido sin llegar sudado a una reunión, a un encuentro, a trabajar. Realmente me gusta si realmente sirve para que las personas se muevan más.

– No me gusta porque desnaturalizamos el movimiento, el caminar. Nos inhibe ese momento de “ejercitarnos” cada día con el acomodarnos a ese algo que hace que hagamos menos. Vamos más rápidos con menos esfuerzo. Aunque realmente tendría que probarlo para poder emitir un juicio justo de esto. Es más ahora que lo leo en voz alta, me encantaría probarlo.

A lo que voy.


Lo interesante es captar la esencia del gran recorrido que tenemos con el bienestar. Innovar para mejorar las cosas, para provocar cambios. Y para lograr eso tenemos que seguir inventando, tenemos que innovar.