Tómate unos segundos para imaginarte sentado en la silla en dos momentos muy concretos.

– El primero. Imagínate un día de esos que tienes espléndidos. Todo fluye, todo va bien. Muy bien. Cualquier tarea que emprendes se convierte en un: “pim, pam, pum. ¡Listo!”. Incluso las más complejas. ¿Estás en situación?. Ahora quiero que trates de ver tu postura en la silla. Cómo te encuentra sentado. Probablemente una posición erguida, con la espalda recta. Relajado.

(Tómate tu tiempo para verte)

¿Lo tienes?. Avanzamos. 

– El segundo. Ahora quiero que viajemos a una situación mucho más normalizada. Un día tuyo normal, muy normal. Imagino que te verás entre el bien y el mal postural. Es decir, momentos dónde mantienes una postura “correcta” y otros donde no tanto. ¡Que difícil es mantener una buena postura!. Seguro que en esta situación ocurre el efecto que yo llamo: postura aerodinámica. Algo parecido al Jorobado de Notre Dame…. Te haces una idea, ¿verdad). 

A lo que voy. 

Entre esa primera posición que te planteaba (espalda erguida y relajada) y la segunda (encorvada) hay grandes diferencia como la que traigo hoy en el mensaje de la instantánea:

Una postura erguida puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar el rendimiento

Y la diferencia ente ambas posturas es bastante significativa en ambos sentidos por la reducción de la carga física y la mental. 
Si, si, si, si, si. Lo sé, lo sé, lo sé, lo sé. Que fácil es hablar de las posturas desde el marco teórico y que complicado aterrizarlo en el mundo real pero…

Soluciones sencillas, haberlas haylas. 

Quiero que te veas en posiciones erguidas el máximo número momentos que puedas. Al final la clave está en saber aplicar pequeños hábitos que consigan generar un impacto positivo en tu bienestar. Recuerda buscamos reducir tu dolor de espalda, minimizar tu estrés y… que te sientas “chachi” ; )

¿Cómo?. El mayor tiempo en el trabajo lo pasamos inmersos en tareas sin ser conscientes de la posición. Todos. Yo también. Aquí una clave cada vez que seas consciente del tu mala posición corrígela con un movimiento muy sencillo. No tienes no que levantarte de la silla, sólo estirar la espalda mientras echas los hombros abajo y atrás.

¡Venga!. Pruébalo. Sólo con esto sentirás un pequeño (gran) alivio. 

Ahí te lo dejo ; )

Enlaces de interés:

– Artículo de referencia: https://lnkd.in/dENA4mEB
– Solución práctica aconsejada: Mira un poquito más arriba y la encontrarás  ; )

*Los #miercolesdebienestar es un movimiento impulsado por Daniel Puchades Más con la idea de mejorar el dolor de espalda y el estrés en el mismo puesto de trabajo. SI quieres recibir cada semana los consejos, dime dónde te los envío: