Y aquí abro el debate. No sobre la acción en sí. Los beneficio de la exposición a lo natural (a la naturaleza) están más que demostrados. No sólo en lo personal, también en lo profesional. Ya empezamos a encontrar evidencias que hablan del gran impacto en el entorno laboral que repercuten en menor estrés y más rendimiento. El debate lo planteo a la pregunta que te ronda en la cabeza: ¿Cómo diantres aplico esto?.
– Estas son las preguntas a las que me gustan enfrentarme. Los retos que me gustan solucionar para las empresas.
Y así dándole una rápida pensada, se me ocurren dos cosas:
La sencilla. Si tienes algún espacio verde cerca, intenta pasar algo de tiempo en él. Un minuto. Genial. Diez. Mejor. Dos horas. Eso que te llevas. Aunque imagino que esto puede llegar a ser complejo o no. Piensa en tu entorno y localiza los lugares verdes más próximos. A lo mejor pasarte todos los días es complicado pero: ¿uno a la semana?, ¿uno cada quince días?, ¿uno al mes?. Ahí te lo dejo ; )
La menos sencilla. Acerca la naturaleza a tu espacio. Intenta llenarla de plantas, de macetas. Acerca el verde a tu lugar de trabajo. No hace falta montar una jungla. Comienza con alguna planta natural (no artificial). Si es verdad que aunque la investigación que aporto habla de un espacio natural en abierto, también digo yo que mejor esto que comento que nada. Si Mahoma no va a la montaña,… pues eso.
Te prometo darle una pensada más en profundidad para aportarte en el futura una aplicación más interesante para al trabajo.
Lo dicho. Incorpora el natural a tu horario laboral si tienes estrés y quieres mejorarlo ; )