Te lanzo dos preguntas. Bueno mejor tres para afinar más en el mensaje del consejo que te quiero lanzar hoy.
– Sobre el consejo. Es algo simple que ya sabes (o eso creo) pero que dejamos pasar cada día. Una estrategia de fácil implementación que genera beneficios altísimos para el manejo de los “malditos” dolores de espalda y estreses de la vida.
A las preguntas:
La principal: ¿te duele la espalda?. ¿Cuello?, ¿hombros?, ¿lumbares?,…
La segunda: ¿cuánto te mueves cada día?. Cómo dirías que son tus niveles de actividad física: ¿alto, medio o bajo?. ¿Y en el trabajo?.
La tercera sobre tu ejercicio diario: ¿haces algo cada día?. Más concreto. ¿Haces algo cada día en el trabajo?
Y no pongo una cuarta pregunta porque no quiero que esto se convierta en unas sevillanas (humor de miércoles). ☺️
A lo que voy.
Las preguntas tienen una relación muy directa con uno de las causa más frecuentes que se encuentran en los entornos profesionales y que dan una respuesta que no me gusta escuchar a la primera pregunta que te lanzaba. Posibles respuestas no deseadas: “si me duele la espalda, si me duele el cuello, si me duelen los hombros, si me duelen las lumbares,…”.
El problema, los trastornos músculo esqueléticos. ¿Los qué?. Los efectos de mantener posturas estáticas durante largos períodos, no moverse nada de nada, tener unos niveles de ejercicio bajos. La solución sencilla y compleja a la vez. Está relacionada con le mensaje que traigo hoy en la instantánea: