¿Estás pensando que esto del humor no va contigo?
¡Error!. ¡Nain!.
Te cuento.
La actitud con la que te enfrentas a las situaciones cotidianas. El estado de ánimo que tienes cada día. Estos dos elementos están altamente relacionados con el humor. Estos dos elementos oscilan, viven en un constante efecto noria. No todos los días estamos igual de alegres o serios, no todos los días estamos igual de pesimistas que optimistas. Cierto que cada persona tiene una base: “más optimista, más pesimista, más alegre, más serio” …pero esta es otra charla que tendremos otro día.
A lo que voy.
Quiero que seas consciente que tenemos una gran capacidad de poder desarrollar estos elementos: tu actitud y tu estado de ánimo. Pueden trabajarse. Puedes trabajarlos. Puedes sacarle mucho “jugo” para combatir el estrés diario en el ámbito personal y profesional. ¿Sabes por qué?.
Porque el humor te permite lidiar con todas aquellas “incomodidades” que vas encontrando a lo largo del día. Revisa todos esos “que” que te he mencionado arriba.
Pues eso. El humor se puede entrenar.
Uno de los puntos más interesantes del artículo que te traigo hoy esté en el beneficio tan significativo que tiene en las empresas la puesta en marcha de programas formativos que mejoren el humor para aumentar el rendimiento y el bienestar. ¿Cómo se hace?. Eso te lo cuento con más detalle en la solución aconsejada que te lanzo más abajo.