Déjame que te hable de una situación normal, de una conversación normal y de una excusa normal que ocurre normalmente en las empresas y está relacionada con soluciones para evitar el dolor de espalda y el estrés con el personal que trabaja desde casa.
Vamos al lío. Lo primero, pongámonos en situación.
*Situación: personas que trabajan desde casa sentadas frente al ordenador una media de ocho horas al día.
A partir de aquí, transcribo una conversación entre compañeros que probablemente te resulte bastante normal.
*Conversación de una reunión online entre tres compañeros de trabajo un día cualquiera:
- Carmen: Hola chicos, ¿qué tal?. ¿Cómo va la mañana?.
- Víctor: Bueno. Por aquí “regulinchi”. Tengo una tensión en el cuello y una rigidez en los hombros desde hace tres días que no se me quita. No puedo ni girar la cabeza 🥲
- Carmen: ¡Vaya, lo siento mucho!. Yo tampoco ando muy bien con la espalda. Esto de pasar tanto tiempo sentados no tiene que ser nada bueno.
- Ana: Pues yo hoy ni tan mal. Algo cansada porque la niña ha pasado mala noche y con las molestias de espalda de siempre pero bien… (Risas, risas, risas)
- Carmen: ¡Ojú, como estamos!. En fin, vamos al lío. Víctor cómo llevamos el desarrollo de… (bla, bla, bla,)
¿Y esto a qué viene?.
Pues quiero reivindicar que este tipo de conversaciones están normalizadas, demasiado para mi gusto. Tanto es así que resulta muy difícil encontrar a alguien a nuestro alrededor que no se queje del dolor de espalda. ¿Me equivoco?. Te lanzo el reto de investigar en tu entorno. Ahí te lo dejo.
A lo que voy.
Lo más curioso de todo es que la solución para abordar la problemática sobre el papel resulta bastante sencilla. Aplicar soluciones que todos sabemos: levantarse de la silla cada cierto tiempo, estirar y movilizar el cuerpo, adoptar buenas posturas,… y sin fin de acciones que pueden ayudarnos a prevenir las dolencias. ¿Por qué no lo hacemos?. Ya lo sabes, ¿no?. La pereza principalmente. Las urgencias del día. La cosas que siempre hay algo más importantes que atender. Excusas, haberlas haylas.
Y desactivar excusas es bastante sencillo sobre los por qué no hacemos las cosas.
*Excusa en la línea del caso expuesto de alguien en la empresa que tiene poder de decisión para abordar el problema: “Es que poner en marcha alguna acción con la gente que trabaja desde casa es muy complicado y además no sirve para nada”. Mi opinión, ¡error!. Es solo una excusa que está en la línea de la frase que traigo hoy en la instantánea: