
Un clásico en el dolor de espalda
Actualmente sabemos que buscar una sólo causa que explique el dolor de espalda es un error. Existen muchos otros factores que pueden influir a la búsqueda de soluciones más acertadas.
Te propongo un ejercicio de visualización para que entre los dos revisemos los quehaceres diarios. Te prometo que al final todo cogerá sentido. Quiero que seas consciente de como te desenvuelves con el mundo y como eso afecta a la aparición del “maldito” dolor de espalda.
Empezamos.
Cierra un momento los ojos. ¡No, no!. Si no no podrás seguir leyéndome. Mejor intenta hacer un doble trabajo de lectura y visualización. Imagina que estás en una película, tú eres el actor principal y te enfrentas a las siguientes secuencias donde sólo tienes que interpretar como interactúas con el medio.
Algo de spoiler: “necesitas moverte, cuanto más mejor. Esto no hará que nunca te duela la espalda, esto te ayudará a controlar las dolencias y que el dolor aparezca menos”. ¿Por qué?. No quiero adelantar nada más (por ahora). Sólo revisa las acciones que hemos comentado. ¿Qué tienen en común?. ¡Bingo!. Escaso movimiento.
Seguimos con nuestra revisión…
¿Te suena esta película?
(…)
Lo que más me interesa. La suma de todas estás acciones diarias generan esa tensión muscular que derivan en dolor de espalda.
¿Sabes por qué ocurre esto?. ¿Cuál es la causa principal de esos dolores que se generan?
¡Ajá!. No estamos preparados para las actividades cotidianas. No estás preparado. No estoy preparado (o sí). A lo que voy. Las acciones que hemos revisado más arriba de un típico día tuyo, mío, de cualquiera, generan mucha tensión muscular. Para poder sobrellevarlas de manera adecuada es necesario que nuestros músculos estén preparados, que tengamos un mínimo de fuerza muscular… si de verdad quieres evitar la aparición del dolor.
En este punto, imagino que tampoco estás muy sorprendido. Es algo que ya sabías, ¿verdad?. Quería que tomaras consciencia que eso ocurre un día si y otro también. El cúmulo de todas las sobrecargas diarias al final te generan la aparición de los dolores en la zona baja, la zona media o la zona alta de la espalda.
¿La solución?. Tienes que estar más fuerte. Tienes que ejercitarte. Tienes que entrenar. Y para esto no hace falta que te apuntes al gimnasio. Puedes sacar beneficio para conseguir tu mejor peor estado fit y sobre llevar mejor todas esas tensiones musculares.
Si estas en el punto que pienso ahora mismo, te habrán venido muchas preguntas, Las respuestas, te las dejo aquí: https://escueladebienestar.teachable.com/p/ejercicio-iniciacion
Si tienes alguna más, hablamos: [email protected]
Pd. Y si quieres ponerlo en marcha con tu equipo de trabajo… ¡adelante! ; )
*Si quieres recibir cada semana consejos para reducir el dolor de espalda y controlar el estrés en el trabajo, dime dónde te los envío:
Actualmente sabemos que buscar una sólo causa que explique el dolor de espalda es un error. Existen muchos otros factores que pueden influir a la búsqueda de soluciones más acertadas.
Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.
Cada vez es más común ver métodos y planes infalibles, fórmulas mágicas y un sin fin de programas que no tienen ni pies ni cabeza. No existe un plan genérico que se pueda adaptar a distintas empresas. Cada empresa, un mundo. Cada personas de distintas empresas, otro mundo. Sacarle rendimiento a los planes de entrenamiento conlleva una adaptación, si lo que se busca es aportar soluciones lógicas.