Si tuvieras que ponerle ahora mismo un número a tu nivel de estrés siendo nada de estrés cero y a “tope de power de estrés” ochenta y cuatro, ¿cuál sería?.
(Tic, tac. Tic, tac)
Venga no lo pienses mucho porque seguro que tu número está cerca de mil cuatrocientos catorce.
– Vale, me he pasado.
Pero seguro que tu nivel de estrés está por las nubes. No me lo invento yo, es pura estadística. Los datos marcan y remarcan los grandes problemas actuales con el estrés, con la salud mental. Imagino que no estás leyendo nada nuevo. Por cierto, si no es así, si estás en un momento de “free stress”, ¡genial!. (Que envidia me estás dando)
A lo que voy. A mi lo que más me interesa cuando hablo de estrés es lo qué haces tú para controlarlo a nivel personal y profesional. ¿Haces algo?. No me respondas. Aquí lo único que quiero trasladarte es que opciones haberlas haylas, mucha. Y entre ellas, la de base, la que todos deberíamos de hacer está relacionada con la frase que traigo hoy en la instantánea: