Párate y piensa. ¿Ya?.

Piensa y respóndete: “¿cómo intentaste reducir el dolor de espalda o el estrés la última vez que lo intentaste?»

– Porque probablemente lo habrás intentado más de una vez. A todos nos pasa. ¿Me equivoco?.

A lo que voy.

Así de primeras, a bote pronto, se me vienen unas cuantas a la cabeza:

*Tecnología para solucionar el problema. Descubres una nueva app que te mide, te analiza, te acompaña cada día para que hagas ejercicio, estires, comas bien, analice tu sueño,… y después: «¿qué ha pasado?». Pues ya lo sabes. Termina aburriéndote y ya pasas por alto las notificaciones diarias que te lanza. Siempre tienes algo mejor que hacer.

*Centro específico para entrenar. Algo así como un gym pero con más glamour. Un lugar de culto donde pretendes eliminar tu dolor de espalda o estrés haciendo énfasis en la actividad de moda. ¡Oye!. Si ya lo haces, lo mantienes y te funciona. Adelante. Seguro que en ese caso eres la envidia de muchos. Si no, de repente un día ya no vas y… 

– Un 33% de las personas que pagan religiosamente el gimnasio cada mes, no van. Ahí te lo dejo.

*Programa en tu empresa divino de la muerte pero que …no ha funcionado contigo. Normal. Aquí se debe más un problema de cultura de empresa, aunque seguramente tú tampoco habrás puesto mucho empeño en mantener los hábitos que te propusieron,  ¿verdad?. Es bastante complejo. Y lo sé de primera mano pues me encuentro con este problema cada día.

– Y de esto último: ¿tienes solución?

Si y no. Te explico.

Te mentiría si te dijera que sí, aunque también si te dijera que no. Sé que el contenido que trabajo en las empresas es de una alta calidad. Tiene mucho rigor y el porcentaje de mejora cuando las personas lo hacen es altísimo. Reducen el dolor de espalda, minimizan el estrés. A los datos registrados me remito. Pero también está el otro gran problema. Uno que no ocurre sólo en las empresas, ocurre a nivel social. De manera global. La adherencia a los nuevos hábitos, a los nuevos comportamientos, a esas cosas que nos hacen tanto bien para solucionar el maldito problema del cuerpo y la mente, del dolor y del estrés. A todo eso que no hacemos. 

Mi clave principal. Hacerlo lo más fácil posible. Plantear pequeños gestos que realmente se puedan aprender rápido, aplicar rápido y no tengan un gran costo en la automatización del hábito. Crear acciones tan minimalistas, tan absurdas y ridículas y que generen tan gran pequeño impacto que te dará vergüenza (hacia adentro) de no hacerlo. 

¿Sabes por dónde voy?. Planteo una manera de abordar el problema de la manera más natura. Olvídate de apps magníficas que dejas instaladas en el móvil y sólo la utilizas el día que la descargas. Olvídate de ir a una instalación X donde te han prometido un resultado Y para conseguir tu propósito Z. Que si te funciona adelante. Olvídate de seguir los consejos genéricos del gurú de turno (si me ves como un gurú date de baja de mi newsletter ya. Hazlo por ti). Olvídate de todas esas cosas y trata de crear tus hábitos para ti, según tú, tu entorno, tu día a día, tu puesto de trabajo, tus tareas,…. tú y tus cosas. Hazlo de la manera más natural para tener éxito.

Así es como lo abordo yo. Y si quieres te puedo echar una mano. A ti y a tu empresa. Así de sencillo.

¿Cómo?. Échale un ojo a esto: https://gottraining.es/programa-premium/

Y si necesitas más información pues hablamos ; )

Pd. Si haces click en el enlace ya estarás haciendo algo más por tu dolor de espalda o estrés que ayer. Casi seguro que estoy.

*Si quieres recibir cada semana consejos para reducir el dolor de espalda y controlar el estrés en el trabajo, dime dónde te los envío:

Daniel Puchades

Consejo semanal número 32

Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.

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Daniel Puchades

No hablamos de felicidad

Últimamente leo demasiados mensajes donde se empuja a las empresas a hacer felices a su personal pero… ¿es realmente su cometido?. Te dejo unas pinceladas de como lo veo yo según el feedback que he tenido de distintas empresas.

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